Coldplay gastó 5 millones de euros en las pulseras luminosas de colores que regalaban a los fans que asistían cada noche a los conciertos de la gira mundial de presentación de su último álbum, «Mylo Xyloto». Cada una de estas famosas pulseras, que cambiaban de color al ritmo de la música, costaron al grupo 3,5 euros.
Estas «xylobands» contenían diodos emisores de luz y eran controladas por un software que les ordenaba cuando tenían que encenderse, resplandecer o apagarse mediante un transmisor de radio.
La gira “Mylo Xyloto” arrancó en Madrid en octubre de 2011 y concluyó en diciembre de 2012 en Nueva York.